Soy Walter Broglio y mi historia es un poco mas larga, no por trayectoria sino por edad.
Calculo que comenzó allá cuando tenía algo así como seis años, y me hechizaba el bendito sonido de una guitarra, pulsada por las manos de mi padre. Disfrutaba tanto verlo sacar canciones, como de las hermosas guitarreadas que compartía como fiel seguidor, hasta que a los catorce años empecé a aporrear mi primera encordada, debo confesar que sonaría terrible, pero me producía un placer único.
De ese modo comenzó la búsqueda de compañeros de ruta y así recorrí distintos grupos desde el Rock and Roll, hasta la música para animar fiestas, y fue en uno de esos recorridos que me tope con el bajo en un grupo melódico, pasado un buen tiempo, formamos con unos amigos el grupo “Los del milenio”, tocando nuestra preciosa música folclórica, durante tres años, transitando peñas, clubes, festivales, hasta que un buen día me encontré tocando solo nuevamente, con la esperanza a cuestas de volver a formar parte de los hermosos grupos de almas atrapadas por los mismos trasmayaos, de sus sonidos y encandilados por las luces de los escenarios.
Así que através de los largos caminos recorrí dos; en uno de los rincones más tibios de mi corazón, guardo la sensación de haber llegado a ese ansiado lugar que tanto busque y que es este suave, Río Manso.
Calculo que comenzó allá cuando tenía algo así como seis años, y me hechizaba el bendito sonido de una guitarra, pulsada por las manos de mi padre. Disfrutaba tanto verlo sacar canciones, como de las hermosas guitarreadas que compartía como fiel seguidor, hasta que a los catorce años empecé a aporrear mi primera encordada, debo confesar que sonaría terrible, pero me producía un placer único.
De ese modo comenzó la búsqueda de compañeros de ruta y así recorrí distintos grupos desde el Rock and Roll, hasta la música para animar fiestas, y fue en uno de esos recorridos que me tope con el bajo en un grupo melódico, pasado un buen tiempo, formamos con unos amigos el grupo “Los del milenio”, tocando nuestra preciosa música folclórica, durante tres años, transitando peñas, clubes, festivales, hasta que un buen día me encontré tocando solo nuevamente, con la esperanza a cuestas de volver a formar parte de los hermosos grupos de almas atrapadas por los mismos trasmayaos, de sus sonidos y encandilados por las luces de los escenarios.
Así que através de los largos caminos recorrí dos; en uno de los rincones más tibios de mi corazón, guardo la sensación de haber llegado a ese ansiado lugar que tanto busque y que es este suave, Río Manso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario